El nombre ágata proviene del río Achates, actualmente río Dirillo, al sur de Sicilia, en Italia, donde se creé que se encontró la piedra por primera vez.
Es considerada como la piedra de la ciencia y ha sido apreciada desde la antigüedad.
¿Sabías que esta piedra no posee un mineral específico? En realidad, está se forma gracias a una variedad microcristalina del cuarzo con un conjunto de calcedonia y es por esto que la piedra se caracteriza, por tener bandas de colores diversos poco contrastados.
Es conocida por aportar armonía y equilibrio. Fomenta la autoconfianza y la concentración, además se cree que favorece el crecimiento espiritual, el amor y el coraje. El ágata es ligeramente protectora cuando es oscura.
Existe una gran variedad de ágatas y su color depende de los diferentes materiales que pueda contener. Las más abundantes son de color gris, aunque también las encontramos en color amarillo, naranja, blanco, azul, marrón, rosa y muchos otros colores.
Sus principales yacimientos se encuentran en:
Estados Unidos, Brasil, departamento de Artigas en el Uruguay, Argentina, India y Madagascar.
A NIVEL EMOCIONAL:
Calma y alivia.
Armoniza el ying y el yang: Energías positivas y negativas.
Aporta concentración al portador.
Fomenta el amor y el coraje.
Estabiliza el aura positiva.
A NIVEL FÍSICO:
Puesta sobre la frente calma la fiebre.
Puesta en las piernas ayuda a eliminar líquidos.
Las ágatas musgosa y dendrítica se usan para favorecer el crecimiento de las plantas.
Aportan equilibrio físico.
SIGNOS
Todos los cuarzos son compatibles con todos signos, pero el Ágata tiene fuerte relación con
Tauro, Escorpio y Piscis.